domingo, 31 de mayo de 2009

EVANGELIO domingo 31 Mayo 2009

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Pentecostés



Domingo de Pentecostés Santa Petronila, La Visita María Santísima , Venida del Espíritu Santo



Leer el comentario del Evangelio por San Bruno de Segni : Del Pentecostés judío al Pentecostés cristiano



Lecturas



Hechos 2,1-11. Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Con gran admiración y estupor decían: "¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua? Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios".



Salmo 104,1.24.29-30.31.34. Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad ¡Qué variadas son tus obras, Señor! ¡Todo lo hiciste con sabiduría, la tierra está llena de tus criaturas! Si escondes tu rostro, se espantan; si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo. Si envías tu aliento, son creados, y renuevas la superficie de la tierra. ¡Gloria al Señor para siempre, alégrese el Señor por sus obras! que mi canto le sea agradable, y yo me alegraré en el Señor.



Pablo a los Gálatas 5,16-25. Yo los exhorto a que se dejen conducir por el Espíritu de Dios, y así no serán arrastrados por los deseos de la carne. Porque la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Ambos luchan entre sí, y por eso, ustedes no pueden hacer todo el bien que quieren. Pero si están animados por el Espíritu, ya no están sometidos a la Ley. Se sabe muy bien cuáles son las obras de la carne: fornicación, impureza y libertinaje, idolatría y superstición, enemistades y peleas, rivalidades y violencias, ambiciones y discordias, sectarismos, disensiones y envidias, ebriedades y orgías, y todos los excesos de esta naturaleza. Les vuelvo a repetir que los que hacen estas cosas no poseerán el Reino de Dios. Por el contrario, el fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y temperancia. Frente a estas cosas, la Ley está de más, porque los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y sus malos deseos. Si vivimos animados por el Espíritu, dejémonos conducir también por él.



Juan 15,26-27.16,12-15. Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí. Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio. Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: 'Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes'.



Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por



San Bruno de Segni (hacia 1045-1123), obispo Comentario del Éxodo, c. 15



Del Pentecostés judío al Pentecostés cristiano



El monte Sinaí es símbolo del monte Sión... Fijaos hasta que punto las dos alianzas son el eco una de la otra, con que armonía la fiesta de Pentecostés es celebrada por cada una de ellas... El Señor bajó, tanto sobre el monte Sión como sobre el monte Sinaí, el mismo día y de modo semejante... Lucas ha escrito: «De pronto vino un ruido del cielo, como de un viento recio. Los apóstoles vieron aparecer una lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno» (Hch 2,2-3)... Sí, aquí y allí el ruido de un viento recio se dejó oír, un fuego se dejó ver. Pero en el Sinaí era una nube espesa, sobre el monte Sión el esplendor de una luz muy brillante. En el primer caso se trataba «de la sombra y la figura» (Hb 8,5), en el segundo, de la verdadera realidad. En otros momentos se escuchaba el ruido del trueno, ahora de pueden discernir las voces de los apóstoles. Por un lado, el resplandor del rayo; por el otro estallan prodigios por todas partes... «Todos salieron del campamento para ir al encuentro del Señor, al pie de la montaña» (Ex 19,17). Se lee en los Hechos de los Apóstoles: «Al oír el ruido, acudieron en masa»... De todo Jerusalén el pueblo se reunió al pie del monte Sión, es decir en el lugar en que Sión, figura de la santa Iglesia, empezaba a edificarse, a poner sus fundamentos... «Todo el monte Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre él en el fuego, dice el Éxodo (v. 18)... ¿Podían no quemar los que estaban ardiendo con el gran fuego del Espíritu Santo? Tal como el humo señala la presencia del fuego, así también por la seguridad de sus palabras, por la diversidad de lenguas, el fuego del Espíritu Santo manifestaba su presencia en el corazón de los apóstoles. ¡Dichosos los corazones llenos de este fuego! ¡Dichosos los hombres que ardían con su calor! «El monte temblaba violentamente. El sonar de la trompeta se hacía cada vez más fuerte» (v.19)... De la misma manera la voz de los apóstoles y su predicación se hacían cada vez más fuertes; cada vez más lejos se hicieron escuchar sus palabras hasta que «su mensaje alcanza a toda la tierra y su voz llega hasta los límites del orbe» (Sl 18,5).





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jueves, 28 de mayo de 2009

Joven, La oración te centra

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No seas de esos que piensan que la oración es para curas y monjas. Si quieres tener tu vida oxigenada, no te queda otra solución que vivir inmerso en el mundo de la plegaria.



Sé que cuando oyes hablar de esta palabreja, te suena a rara, extraña e inimaginable para tus adentros. Parece que tus colegas hablan de ella como algo exotérico y difícil en tu ambiente.



Ten en cuenta que en todas las religiones que pueblan la faz de la tierra, es una práctica, una actitud del corazón y de la mente que enriquecen la vida de quienes la practican.



Si lees el Evangelio, te darás cuenta de que Jesús la recomienda a cada instante. Por tanto, no me dirás que no debe ser importante. Y si él la ensalza y encomienda a todos, es señal clara de que no debe ser muy difícil. Si te encuentras desolado y perdido eres tú mismo quien se complica la vida. Sí, te recuerdo las palabras de nuestra santa Teresa de Avila. Para ella, al preguntarle qué era la oración, contestó que no es más que tratar de amistad con Aquel que sabemos que nos ama.



¡De amistad! ¡Qué expresión tan bella! Sí, a Dios se le trata como a un amigo.



El Evangelio te brinda momentos de oración para cualquier circunstancia en la que te encuentres. Si hay días en los que la oscuridad de los acontecimientos te han hecho perder la ilusión de ti mismo, di las palabras del ciego de nacimiento: “Señor que yo vea”.



Si te sientes insatisfecho con los avatares de la sociedad, de tus relaciones con la gente y con la hipocresía que reina a tu derredor, la traición de algún amiguete, di como la Samaritana: “¡Dame de esa agua, la Eucaristía, para no volver a tener más sed!”



Los mismos discípulos de Jesús, cansados de andar de un sitio para otro, y al ver que su Maestro se retiraba de vez en cuando a hacer oración a solas, le preguntaron un día que les enseñara a orar. Eran conscientes de que su vida no tenía sentido si no imitaban a su Maestro.



Ellos mismos, cuando veían que alguien sufría, acudían a él para que rezara. Recuerda cuando muere su amigo Lázaro. “Mira que tu amigo, a quien tanto quieres, está enfermo”. Y la respuesta de Jesús no fue algo de magia. Fue a casa de sus hermanas.



Estaban llora que te llora. El les preguntó: “¿Dónde lo han enterrado?” Habló con él y salió del sepulcro maloliente.



Como te puedes dar cuenta, no cabe mayor sencillez. La oración es una conversación que mantienes con el Señor en cualquier situación de tu vida personal. El no vive en las nubes lejano y cómodamente. Está en ti como el aire que respiras o la sangre que corre por tu cuerpo aunque no tengas conciencia plena en cada instante de su corriente.



Háblale con tus palabras o con oraciones que aprendiste de pequeño. O bien, amigo/a, creo que conoces una poesía que corre de boca en boca y dice así:” Rezar...la mar se pone fea; rezar es departir con el Maestro,/ y es rezar-¡y qué rezar!- decir “te quiero”...



La oración para ti- como tantos millones que ahora mismo la hacen- es pensar en Cristo amándole. Por eso cuando alguien te diga que la oración es para viejos/as, curas y monjas, diles que no. Ella es todo amor, confianza, amistad. Con ella se actualiza el Evangelio.



Tío, ¿cómo te va la vida tan bien?, le preguntaron a un joven creyente. Porque, antes de hacer algo, me pongo en los brazos de Jesús para que sea él quien actúa a través mía en el trabajo, estudio, en el baile y en la conversación con todo el mundo. De esta manera le doy a todo la frescura que proviene del Cristo vivo que habita en mí.




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martes, 26 de mayo de 2009

El arzobispo Celli, presidente del Consejo del Centro Televisivo Vaticano

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CIUDAD DEL VATICANO, martes, 26 mayo 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha nombrado presidente del Consejo de Administración del Centro Televisivo Vaticano al arzobispo Claudio Maria Celli, presidente del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales, según informó este martes la Oficina de Información de la Santa Sede.



El arzobispo sustituye al periodista italiano Emilio Rossi, quien en los años sesenta y setenta fue uno de los pioneros de la información televisiva en la RAI, fallecido a los 85 años el pasado mes de diciembre.



Il director del Centro Televisivo Vaticano es el padre Federico Lombardi S.I., quien es también director de la Oficina de Información de la Santa Sede y de Radio Vaticano.



El nombramiento del arzobispo Celli refuerza la voluntad expresada por el Papa de promover la colaboración entre los diferentes medios de comunicación de la Santa Sede (Cf. por ejemplo, discurso 18 de diciembre de 2008).



Creado en 1983 por Juan Pablo II, el Centro Televisivo Vaticano tiene la función principal de contribuir a la difusión del Evangelio, documentando con las imágenes televisivas el ministerio pastoral del Sumo Pontífice y las actividades de la Sede Apostólica (Estatuto del 1 de junio de 1998). Los principales servicios que ofrece son: transmisiones en directo, servicios diarios, producciones y archivo.




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domingo, 24 de mayo de 2009

EVANGELIO domingo 24 Mayo 2009

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Ascensión del Señor



Ascensión del Señor Marìa Auxiliadora de los Cristianos, San Vicente de Lerin, Solemnidad de la Ascensión del Señor



Leer el comentario del Evangelio por Cardenal John Henry Newman : «Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo» Lecturas



Hechos 1,15-17.20-26. Uno de esos días, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos -los que estaban reunidos eran alrededor de ciento veinte personas- y dijo: "Hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, habla de Judas, que fue el jefe de los que apresaron a Jesús. El era uno de los nuestros y había recibido su parte en nuestro ministerio.



En el libro de los Salmos está escrito: Que su casa quede desierta y nadie la habite. Y más adelante: Que otro ocupe su cargo. Es necesario que uno de los que han estado en nuestra compañía durante todo el tiempo que el Señor Jesús permaneció con nosotros, desde el bautismo de Juan hasta el día de la ascensión, sea constituido junto con nosotros testigo de su resurrección". Se propusieron dos: José, llamado Barsabás, de sobrenombre el Justo, y Matías. Y oraron así: "Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de los dos elegiste para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía". Echaron suertes, y la elección cayó sobre Matías, que fue agregado a los once Apóstoles.



Salmo 103(102),1-2.11-12.19-20. De David. Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre; bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios. Cuanto se alza el cielo sobre la tierra, así de inmenso es su amor por los que lo temen; cuanto dista el oriente del occidente, así aparta de nosotros nuestros pecados. El Señor puso su trono en el cielo, y su realeza gobierna el universo. ¡Bendigan al Señor, todos sus ángeles, los fuertes guerreros que cumplen sus órdenes apenas oyen la voz de su palabra!



Epístola I de San Juan 4,11-16. Queridos míos, si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto nunca a Dios: si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su plenitud en nosotros. La señal de que permanecemos en él y él permanece en nosotros, es que nos ha comunicado su Espíritu. Y nosotros hemos visto y atestiguamos que el Padre envió al Hijo como Salvador del mundo. El que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios, y Dios permanece en él. Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios permanece en él.



Juan 17,11-19. Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a ti. Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros. Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu Nombre a los que me diste; yo los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto. Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad. Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo. Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad.



Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por



Cardenal John Henry Newman (1801-1890), presbítero, fundador de comunidad religiosa, teólogo PPS, vol. 6, nº 15 «Nuevos con Cristo»



«Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo»



Comenzad ya ahora, en este tiempo de Pascua, vuestra resurrección con Cristo. ¡Mirad como os tiende la mano! ¡Resucita; resucitad con él! Salid del sepulcro del viejo Adán, abandonad vuestras preocupaciones, las envidias, las inquietudes, las ambiciones del mundo, la esclavitud de la costumbre, el tumulto de las pasiones, las fascinaciones de la carne, el frío espíritu a ras de tierra y calculador, la ligereza, el egoísmo, la indolencia, la vanidad y las manías de grandeza. Esforzaos desde ahora a hacer lo que os parece difícil, pero que no debería, no debe ser descuidado: velad, orad y meditad... Dejad ver que vuestro corazón, vuestras aspiraciones y toda vuestra vida están con vuestro Dios. Reservad cada día un poco de tiempo para ir a su encuentro... No os digo que dejéis el mundo ni que abandonéis los deberes que tenéis aquí en la tierra, sino que seáis dueños de vuestro tiempo. No dediquéis horas enteras al ocio o a la vida de sociedad, siendo así que no consagráis algunos instantes a Cristo. No oréis únicamente cuando os encontráis cansados y a punto de ir a dormir; no os olvidéis completamente de alabarle o de interceder por el mundo y por la Iglesia. Comportaos según las palabras de la Escritura Santa: «Buscad las realidades de allá arriba». Demostrad que pertenecéis a Cristo ya que vuestro corazón «ha resucitado con él» y «vuestra vida está escondida con Cristo en Dios» (Col 3,1-3).






Los motivos por los cuales ponemos el EVANGELIO aquí son:


1.- Para que recuerdes que Dios te espera el domingo en misa.


2.- Para la gente que no puede ir a misa por enfermedad o causas de fuerza mayor.


3- Si lees el EVANGELIO cuando vayas a misa lo entenderás mejor, pues ya lo habrás leído por segunda ocasión.


4.- Si vas a misa y después lees el EVANGELIO aquí, recordaras lo que dijo el Padre.


5.- POR NINGUN MOTIVO ESTAS EXCENTO DE IR A MISA, SOLO POR CAUSAS DE FUERZA MAYOR O ENFERMEDAD FUERTE.

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sábado, 16 de mayo de 2009

EVANGELIO domingo 17 Mayo 2009

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Domingo de la Sexta semana de Pascua



San Pascual Bailón



Leer el comentario del Evangelio por San Ignacio de Antioquia : « Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos »



Lecturas



Hechos 10,25-26.34-35.44-48. Cuando Pedro entró, Cornelio fue a su encuentro y se postró a sus pies. Pero Pedro lo hizo levantar, diciéndole: "Levántate, porque yo no soy más que un hombre". Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo: "Verdaderamente, comprendo que Dios no hace acepción de personas, y que en cualquier nación, todo el que lo teme y practica la justicia es agradable a él. Mientras Pedro estaba hablando, el Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban la Palabra. Los fieles de origen judío que habían venido con Pedro quedaron maravillados al ver que el Espíritu Santo era derramado también sobre los paganos. En efecto, los oían hablar diversas lenguas y proclamar la grandeza de Dios. Pedro dijo: "¿Acaso se puede negar el agua del bautismo a los que recibieron el Espíritu Santo como nosotros?". Y ordenó que fueran bautizados en el nombre del Señor Jesucristo. Entonces le rogaron que se quedara con ellos algunos días.



Salmo 98,1.2-3.4. Salmo. Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos.



Epístola I de San Juan 4,7-10. Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de él. Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados.



Juan 15,9-17. Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto. Este es mi mandamiento: Amense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.



Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por



San Ignacio de Antioquia (?- hacia 210), obispo y mártir Carta a los Romanos, 4-8



« Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos »



Voy escribiendo a todas las Iglesias, y a todas les encarezco lo mismo: que moriré de buena gana por Dios, con tal que vosotros no me lo impidáis. Os lo pido por favor: no me demostréis una benevolencia inoportuna. Dejad que sea pasto de las fieras, ya que ello me hará posible alcanzar a Dios. Soy trigo de Dios, y he de ser molido por los dientes de las fieras, para llegar a ser pan limpio de Cristo... De nada me servirían los placeres terrenales ni los reinos de este mundo. Prefiero morir en Cristo Jesús que reinar en los confines de la tierra. Todo mi deseo y mi voluntad están puestos en aquel que por nosotros murió y resucitó. Se acerca ya el momento de mi nacimiento a la vida nueva... Dejad que pueda contemplar la luz pura; entonces seré hombre en pleno sentido. Permitid que imite la pasión de mi Dios... Mi amor está crucificado y ya no queda en mí el fuego de los deseos terrenos; únicamente siento en mi interior la voz de un agua viva (Jn 4,10;7, 38) que murmura y me dice: «Ven al Padre». No encuentro ya el deleite en el alimento material ni en los placeres de este mundo. Lo que deseo es el pan de Dios, que es la carne de Jesucristo, de la descendencia de David, y la bebida de su sangre, que es la caridad incorruptible... Rogad por mí para que llegue a la meta.






Los motivos por los cuales ponemos el EVANGELIO aquí son:


1.- Para que recuerdes que Dios te espera el domingo en misa.


2.- Para la gente que no puede ir a misa por enfermedad o causas de fuerza mayor.


3- Si lees el EVANGELIO cuando vayas a misa lo entenderás mejor, pues ya lo habrás leído por segunda ocasión.


4.- Si vas a misa y después lees el EVANGELIO aquí, recordaras lo que dijo el Padre.


5.- POR NINGUN MOTIVO ESTAS EXCENTO DE IR A MISA, SOLO POR CAUSAS DE FUERZA MAYOR O ENFERMEDAD FUERTE.









Mail de Contacto: aportestengofe@yahoo.com.mx

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