domingo, 8 de noviembre de 2009

EVANGELIO domingo 08 Noviembre 2009



Trigésimosegundo Domingo del Tiempo Ordinario



Los Cuatros Santos Coronados, San Adeodato, Beata Isabel de la Trinidad, Beato Franz Jägerstätter, Beata María Crocifissa, Nuestra Señora de los Treinta y tres



Leer el comentario del Evangelio por San Anselmo : «Ella lo ha dado todo»



Lecturas



1 Reyes 17,10-16. El partió y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que estaba juntando leña. La llamó y le dijo: "Por favor, tráeme en un jarro un poco de agua para beber". Mientras ella lo iba a buscar, la llamó y le dijo: "Tráeme también en la mano un pedazo de pan". Pero ella respondió: "¡Por la vida del Señor, tu Dios! No tengo pan cocido, sino sólo un puñado de harina en el tarro y un poco de aceite en el frasco. Apenas recoja un manojo de leña, entraré a preparar un pan para mí y para mi hijo; lo comeremos, y luego moriremos". Elías le dijo: "No temas. Ve a hacer lo que has dicho, pero antes prepárame con eso una pequeña galleta y tráemela; para ti y para tu hijo lo harás después. Porque así habla el Señor, el Dios de Israel: El tarro de harina no se agotará ni el frasco de aceite se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la superficie del suelo". Ella se fue e hizo lo que le había dicho Elías, y comieron ella, él y su hijo, durante un tiempo. El tarro de harina no se agotó ni se vació el frasco de aceite, conforme a la palabra que había pronunciado el Señor por medio de Elías.



Salmo 146,7.8-9.10. hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. El Señor libera a los cautivos, abre los ojos de los ciegos y endereza a los que están encorvados. El Señor protege a los extranjeros y sustenta al huérfano y a la viuda; el Señor ama a los justos y entorpece el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, reina tu Dios, Sión, a lo largo de las generaciones. ¡Aleluya!



Hebreos 9,24-28. Cristo, en efecto, no entró en un Santuario erigido por manos humanas -simple figura del auténtico Santuario- sino en el cielo, para presentarse delante de Dios en favor nuestro. Y no entró para ofrecerse así mismo muchas veces, como lo hace el Sumo Sacerdote que penetra cada año en el Santuario con una sangre que no es la suya. Porque en ese caso, hubiera tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. En cambio, ahora él se ha manifestado una sola vez, en la consumación de los tiempos, para abolir el pecado por medio de su Sacrificio. Y así como el destino de los hombres es morir una sola vez, después de lo cual viene el Juicio, así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, aparecerá por segunda vez, ya no en relación con el pecado, sino para salvar a los que lo esperan.



Marcos 12,38-44. Y él les enseñaba: "Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Estos serán juzgados con más severidad". Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre. Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir".



Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por



San Anselmo (1033-1109), monje, obispo, doctor de la Iglesia Carta 112 a Hugo, el recluso



«Ella lo ha dado todo»



En el Reino de los cielos, todos juntos, y como un solo hombre, serán un solo rey con Dios, porque todos querrán una única cosa y se cumplirá su voluntad. Este es el bien que, desde lo alto del cielo, Dios declara poner a la venta. Si alguien se pregunta a qué precio, la respuesta es la siguiente: no tiene necesidad de moneda terrestre el que ofrece un Reino en el cielo. Nadie puede dar a Dios lo que ya le pertenece, puesto que es suyo todo lo que existe. Y sin embargo, Dios no da a nadie una cosa tan grande sin que se ponga algún precio por ella: no da nada al que no aprecia lo que da. En efecto, nadie da lo que ama al que no pone precio a lo que se da. Entonces, si Dios no tiene necesidad de tus bienes, tampoco te dará una cosa tan grande si tú menosprecias amarle: no pide más que amor, y sin él nada le obliga a dar. Ama, pues, y recibirás el Reino. Ama, y lo poseerás... Ama, pues, a Dios más que a ti mismo, y empiezas ya a tener lo que quieres poseer en el cielo.




Los motivos por los cuales ponemos el EVANGELIO aquí son:

1.- Para que recuerdes que Dios te espera el domingo en misa.

2.- Para la gente que no puede ir a misa por enfermedad o causas de fuerza mayor.

3- Si lees el EVANGELIO cuando vayas a misa lo entenderás mejor, pues ya lo habrás leído por segunda ocasión.

4.- Si vas a misa y después lees el EVANGELIO aquí, recordaras lo que dijo el Padre.

5.- POR NINGUN MOTIVO ESTAS EXCENTO DE IR A MISA, SOLO POR CAUSAS DE FUERZA MAYOR O ENFERMEDAD FUERTE.

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